jueves, 10 de junio de 2010

Estimulacion Multisensorial


La Estimulacion multisensorial es un instrumento utilizado con el objetivo para mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad. Para ello se recurre a estrategias que trabajan las capacidades mas basicas del ser humano: las sensaciones, la percepcion y la integracion sensorial.


Las salas snoezelen o multisensoriales estan llenas de luces, olores, sonidos y colores.

Con estos tratamientos no se pretende curar a las personas, pero si hacer que disfruten, mejoren sus capacidades cognitivas y de relacion, y se encuentren mejor.


Sobre todo en los ninios pequenios, se busca reforzar su desarrollo favoreciendo la integrcion de la informacion sensorial que resiben, ayudando en su aprendizaje y su relacion con el entorno.


Se trabajan los sentidos en un ambiente de estimulos controlados, donde se facilita la exploracion, el descubrimiento y el disfrute de diferentes experiencias sensoriales.


Se busca un despertar sensorial por medio de la experiencia sensorial.

Actividades para estimular la creatividad

Venimos hablando de creatividad desde hace algunos dias. Hoy vamos a compratir algunos elementos y actividades puntuales para ayudar y poner en practiaca la creatividad de sus hijos.

Bebes:

*Llevar a su bebe consigo, simepre que pueda, para que tenga la experiencia del movimiento.
*Asegurarse de tener materiales impresos de muchos colores en su habitacion donde su bebe los pueda ver.
*Cantar, hablar con su bebe: rimas, canciones de cuna.
*Tocar, poner musica.
*Dar a su bebe jueguetes o articulos caseros para que juegue con ellos.

Manualidad con tiza mojada


Dibujar y pintar con tiza mojada es una buena manualidad para experimentar colores vivos y nuevas texturas.


ayuda a que los mas pequenios exploren y experimenten y jueguen con los colores.


Primeros pasos para preparar la manualidad:


1 tizas de colores.

2 1 recipiente con agua y colocar azucar (esto aumentara la intencidad de brillo en los colores).

3 sumerger las tizas por 10 minutos (no mas, si no se romperan).


Una vez preparad la tiza ya podemos empezar con nuestra "obra".


Actividades y manualidades infantiles

Los ninios necesitas estimulos constantemente. Necesitan experimentar, crear, imaginar, aprender, sorprenderse, divertirse y jugar.

El rol de los maestros de educacion inicial y los padres es determinante para que los ninios puedan estimularse y saciar estos apetitos logicos de la edad. Y si bien a veces no resulta simple saber que hacer y como motivarlos les sugiero estar tranquilos ya que hay muchas actividades y dinamicas para realizar con los ninios incentivando su desarrollo y creatividad al mismo tiempo que disfrutan de un hermoso momento con toda la familia.

jueves, 3 de junio de 2010

Juegos para recien nacidos hasta los 3 meses


En esta etapa, el niño está empezando a conocer su entorno y lo hará a través de sus sentidos. Los juegos y actividades de estimulación temprana deben estar orientados de acuerdo a los siguientes criterios. Entonces, es necesario fortalecer los músculos del cuello del bebé y promover el control cefálico. También desarrollar los sentidos del bebé (táctil, auditivo, visual, olfativo y gustativo).
Cuando tú y tú bebé se hacen cariños, juegan juntos y cuidan de sus necesidades básicas, ambos conocerán sus respectivos ritmos y empezarán a interactuar en sintonía uno con el otro. Puedes esperar que tu bebé, a esta edad, haga lo siguiente: Que observe objetos cercanos, especialmente caras, descubra los dedos de sus manos y pies, y se reconozca a sí mismo en el espejo. Que mueva su cuerpo al ritmo de la música y de las canciones de cuna, y balbucee en respuesta a una canción o cuando le hablen Que comunique emociones y deseos con llanto, gestos, murmullos y expresiones.

Se aconseja como juegos con el bebe que algo que lo motive, por ejemplo, con el movimiento de los ojos. Mueve tu cabeza o un juguete despacio de un lado a otro de tal forma que el bebé pueda seguirlo con los ojos. También hazle caras. Imita las caras que hace tu bebé. Igualmente, estimula los sentidos, dale objetos para que los sujete, los pique, los sienta, los agite y oportunidades para descubrir cómo huelen, se siente, saben y se ven las cosas. Finalmente, dedica tiempo para hacerle cariños.

Combinación ideal, ruedas y teléfonos


No sé que atrae más a los pequeños. Si los juguetes con ruedas o los que hacen ruido. Por eso, si unimos las dos condiciones en un solo objeto, ¡voila!, tenemos un ganador de seguro. Los cochecitos que los niños pueden montar y tienen bocinas y teléfonos son perfectos para entretener a los pequeños.

Si te preguntas cuándo está listo tu bebé para comenzar a usar uno de estos la respuesta es fácil. Cuando sepa sentarse en forma rígida y comience a dar los primeros pasitos. Cuando aún no caminan con fluidez no se sienten cómodos arriba del cochecito, pero giaul pueden jugar con él. Gateando lo empujan, o dan vuelta y juegan con sus ruedas, tocan la bocina. Este cochecito en particular tiene una característica adicional. Tiene una tapita que se levata y revela un cajoncito, ideal para esconder juguetes.

Cómo estimular el lenguaje en los niños



Háblele y comuníquese con su bebé, el empezará a conversar con usted por medio de balbuceos, sonidos y luego palabras.
Responda verbalmente y con mucho afecto a los sonidos producidos por el bebé.
Haga juegos de labio para que él lo imite, haga sonidos y soplos, imite y refuerce también los sonidos producidos por el bebé tratando de estimular la producción de palabras. Por ejemplo si dice “ma”, diga usted “ma”…. ¡mamá!”.
Ponga énfasis al vocalizar las sílabas o palabras, la articulación debe ser clara y lenta.
Enséñele canciones sencillas y cortas acompañadas de gestos y palmadas.
Enséñele cómo se llaman lo objetos que señala o interesan al niño.
Juegue a producir sonidos onomatopéyicos (sonidos de animales perro, gato, pato, etc.)
Muéstrele láminas, fotos, cuentos, para aumentar el vocabulario del niño.
No corrija al niño cuando no pronuncia adecuadamente los fonemas, evite decir “no así no se dice, es así…”, es suficiente con que lo escuche a usted pronunciar dicha palabra de la manera correcta y que intente hacerlo, poco a poco irá mejorando, no lo presione demasiado.
Incentívelo a comunicarse, a pedir las cosas a través de palabras o frases. No olvide felicitarlo y mostrarse contenta cuando logra hacerlo

Secuencia de desarrollo del lenguaje por edades


De 0 a 1 mes: El bebé prestará atención a los sonidos o gritos. Se comunicará a través del llanto buscando la satisfacción de sus necesidades.

2 meses: Produce ruidos y llantos diferenciados según la necesidad del niño o la causa que lo produce.

3 meses: Emite vocalizaciones y sonidos guturales “ga, ga” “gu, gu”, empezará a producir balbuceos con algunas consonantes y vocales.

4 meses: Existirá mayor interés por parte del bebé hacia las personas y los objetos, empezará a darse cuenta que los sonidos que emite producirán un efecto en su entorno, aprenderá la función de la comunicación verbal, por ende las vocalizaciones y gorjeos aumentarán.

6 meses: Por medio de los balbuceos empezará a conversar con las demás personas, emitirá más vocales unidas a consonantes para formar sílabas pa/, /ma/, /ba/, /ta/.

8 meses: Es la etapa del parloteo, emitirá más silabas seguidas a modo de respuesta a sus conversaciones, por ejemplo: “da-da”, “ba-ba”, “ma-ma”.

10 meses: Responde a su nombre y a consignas simples tales como “no”, “ven”. Vocaliza de manera más articulada, empieza a imitar palabras.

12 meses: Imita las palabras y la entonación de los adultos. Comprende órdenes y prohibiciones y dice 2 o 3 palabras en promedio.

18 meses: Su nivel de comprensión mejora notablemente, empieza a pedir las cosas señalando o nombrando los objetos, puede pronunciar correctamente un promedio de 10 palabras, señala algunas partes de su cuerpo cuando se lo piden.

2 años: Se interesa más por la comunicación verbal, ya es capaz de expresar frases de dos a tres palabras y utilizar algunos pronombres personales (mío, tú, yo).

3 años: Existe un incremento rápido del vocabulario, cada día aprende más palabras, su lenguaje ya es comprensible. El uso del lenguaje es mayor y lo utiliza al conversar con los demás o cuando está solo.

4 años: A esta edad el niño prácticamente domina la gramática, su vocabulario sigue desarrollándose, utiliza pronombres, verbos, artículos. Esta edad es caracterizada por las
preguntas ¿qué es? ¿Por qué? ¿Para qué?

Este es el proceso normal del desarrollo del lenguaje en los niños, es posible que algunos salgan de los estándares establecidos, pero es común, ya que cada niño es diferente como también su entorno.

¡Aprender a Escribir Los Numeros!

Aprender los números es un proceso complicado. Los números tienen dos funciones importantes: indicar orden (el dos va después del uno y antes del tres) y cantidad (el cuatro implica que hay exactamente cuatro unidades de algo). Nosotros entendemos perfectamente estas características, pero el niño no. Con tres años tal vez ya sea capaz de contar sus cuatro caninas mientras las va señalando con el dedo, pero al preguntarle cuántas tiene, o si son más o menos de dos, aún no lo sabe.

Para él, contar todavía no guarda la menor relación con las cantidades, no es más que una acción aislada. Sí está seguro, sin embargo, de lo que es tener más o menos, mucho o poco. Santiago, de 36 meses, sabe que quiere un poquito de verdura y mucho helado. Y si su madre coloca delante de él dos montañitas de caramelos, no duda en decirle cuál tiene más. Pero calcula "a ojo". Así si la madre de Santiago llena dos vasos con la misma cantidad de jugo, y uno es alto y estrecho y el otro bajito y ancho, el niño pensará que hay más en el vaso de tubo, pues es el que tiene el nivel de líquido más alto. Y seguirá pensando lo mismo aunque vea cómo su madre vierte el líquido en los dos vasos diferentes.
A los tres años, el niño aún cree más en la percepción inmediata e intuitiva que en la lógica. Pronto, esto irá cambiando, gracias a sus exploraciones en el juego. Son muchos los juguetes y actividades que ayudarán a tu hijo a aprender los números. Por ejemplo, los juegos en los que haya que juntar las fichas que tengan el mismo número de objetos de plástico... Ahora que está tan interesado en contar, le gustará mucho que le hagas preguntas como "Cuántas orejas tienes?" "y cuántos dedos? También le encantará que juegues con él a ordenar y a distinguir.

Ordenar es una fase previa a contar. Si lo mandas a buscar todos los zapatos, al principio sólo se fijará en lo común: se trata de zapatos. Pero al ponerlos en orden se dará cuenta de que unos son grandes, otros medianos y algunos (los suyos) más pequeños. También los puede ordenar según el color, lo que le dará otro resultado. No es una actividad banal, pues gracias a ella empezará a comprender las características de los objetos cotidianos, entre ellas el concepto de unidad: dos zapatos forman una unidad y uno sólo no sirve para nada. De igual modo, el número uno tiene un significado en relación con otros números, pero no sin ellos.

¿Cómo enseñar a escribir a un niño?

Paso a paso
1 Anima a tus hijos a dibujar desde pequeños. .
Escribir no es otra cosa que dar forma a nuestro pensamiento, pero no hace falta saber escribir para representar nuestro pensamiento. Cuándo un bebé hace un dibujo, está poniendo en práctica su capacidad de abstracción, es decir, de dar forma a sus pensamientos. Anima a tus hijos a que pinten y dibujen desde antes de que empiecen a andar.

2 Empieza por las vocales. .
La escritura se compone de palabras, y éstas de letras, cada una de las cuáles representa un sonido. Cuando tus hijos empiecen a hablar, ayúdales a comprender que cada sonido se corresponde con una letra distinta. Empezar con las vocales suele resultar más fácil. Siéntate con tu hijo y traza con él las letras en un papel en blanco una y otra vez hasta que lo sepa hacer sólo.

3 Sigue con las consonantes. .
El siguiente paso es sentarte con tu hijo y enseñarle las consonantes. Que le quede claro que cada consonante y su respectivo sonido se corresponde con una letra. Siéntate con él y traza en un papel en blanco las letras una y otra vez hasta que lo sepa hacer sólo. Ten paciencia, ¡te habrás dado cuenta que el número de consonantes que tiene el abecedario es muy superior al de las vocales!

4 ¡A escirbir palabras! .
Ya hemos enseñado a nuestro hijo a escribir las vocales y las consonantes. Lo siguiente es enseñarle a combinarlas, es decir, a escribir palabras. Una palabra no es otra cosa que una representación de un concepto, y es importante que nuestro pequeño lo tenga claro. Una buena idea darle un folio con una foto de un objeto sencillo y hacer que escriba el nombre de dicho objeto. Por ejemplo, dibujar un burro en un folio y hacer que nuestro hijo escriba la palabra `burro´.

5 La clave está en la paciencia. .
Paciencia, paciencia y más paciencia. Aprender a escribir es algo que siempre ilusiona a un niño pequeño, pero también es algo muy difícil que puede llegar a resultar muy frustrante. Se paciente y pon mucho amor en la tarea

LA ESTIMULACIÓN MUSICAL A EDADES TEMPRANAS


Dentro de la atención temprana, la estimulación musical infantil produce grandes beneficios. Ello a llevado a plantearse el trabajo con estos estímulos antes incluso del nacimiento, pues el sentido del oído es uno de los que más tempranamente se desarrolla.

A nivel intrauterino, y a partir del cuarto mes de gestación, el feto percibe sonoridades internas al organismo de la madre, como la respiración, el latido cardíaco, etc. y externas, como la reverberación de la voz materna a través de la membrana que cubre el vientre hasta el líquido amniótico; se trata de una comunicación preverbal que implica a los canales auditivos y propioceptivos, involucrando sonido, música y movimiento y provocándole distintas respuestas motrices en función de la intensidad del sonido.

Desde que nace, el niño se encuentra inmerso en un ambiente estético determinado; la familia aporta un importante influjo y las instituciones educativas introducen elementos que facilitan el enriquecimiento estético del pequeño. Puesto que el ser humano está preparado para conocer el mundo a través de los sentidos, los sentimientos y el intelecto, las clases de música impartidas desde la edad infantil contribuirán enormemente al desarrollo integral del individuo, pues con ellas se coadyuva a (Frega, A. L. 1997):


- mejorar el sistema auditivo.

- facilitar la expresión de sentimientos e ideas.

- ayudar al desarrollo de la memoria.

- desarrollar la capacidad de enjuiciar críticamente.

- mejorar las capacidades motrices.

- potenciar las capacidades artístico- creativas.

- favorecer la integración socio-cultural.

- ampliar y mejorar las posibilidades lingüísticas.

Al afrontar este tipo de estimulación se debe partir del nivel y ritmo madurativo de cada individuo, de sus características, necesidades e intereses, para lograr la motivación de los alumnos.

Trabajar la música con niños de entre 0 a 6 años aproximadamente requiere diferentes metodologías con distintos grados de implicación de los progenitores, que van en relación al nivel de autonomía de los pequeños.

Algunas actividades musicales par estimular al recién nacido planteadas desde los beneficios que conllevan son:

- Para proporcionar seguridad: lo ideal es que el bebé haya escuchado música desde el vientre para que, al nacer, cuando vuelva a oír la misma melodía, le aporte sensación de seguridad.

- Para favorecer el desarrollo integral del bebé: cantar el padre una canción sencilla y moverse a ese ritmo al tiempo que lleva a su hijo en brazos, se ha comprobado que ayuda al niño a moderar el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y la temperatura del cuerpo, así como a adquirir un sentido de identidad y una belleza estética.

- Para mejorar la salud: expongan a sus bebés a la música de los clásicos. Esta práctica, llevada a cabo con prematuros que se encontraban en incubadoras, demostró que los recién nacidos que escuchaban música de Mozart ( en el caso del experimento ) ganaban peso más rápidamente, reducían sus niveles de estrés y salían del hospital una media de 5 días antes que aquellos que no eran expuestos a la música.

- Para favorecer la integración en el mundo que el rodea: se pueden utilizar canciones propias de la cultura o inventadas por los padres, haciendo referencia a las experiencias vividas por el pequeño, que el ayudarán a comprender su entorno.

- Para mejorar la conciencia auditiva y emocional: resulta muy eficaz que los progenitores sostengan en brazos a su pequeño mientras se mueven al ritmo de un tambor, permitiéndoles así mismo regular los ritmos naturales de su cuerpo y las hormonas relacionadas con el estrés.

- Para desarrollar la aptitud musical: es importante que los pequeños no sólo escuchen fragmentos, sino piezas completas para que tomen conciencia de la estructura de la música.

- Para potenciar el vínculo del bebé con los progenitores: resulta interesante escuchar escogidas composiciones clásicas y acompañarlas de sencillas coreografías de danzas barrocas, en las que los padres se mueven con sus hijos en brazos.

- Para aumentar las defensas de su organismo: es muy importante la implicación de los padres en estas actividades musicales, ya que está comprobado que las audiciones y ese contacto aumentan la actividad inmunitaria.

- Para desarrollar el sentido rítmico: cuando son muy pequeños es interesante que los padres los familiaricen con los sonidos de instrumentos como las maracas, el tambor, las claves, la flauta, la guitarra. Y cuando ya son más mayores lo mejor es permitirles manejar y explorar por ellos mismos los instrumentos.

Cómo criar a niños felices / La estimulación temprana


estimulación temprana es un proceso natural que los padres pueden practicar diariamente con su bebé. Este acercamiento simple, alegre y amoroso le proporciona al niño una sensación de goce y motivación, y fortalece su desarrollo físico, mental y social.

Además, le permite aprovechar al máximo sus potencialidades y descubrirse a sí mismo y al mundo que lo rodea. Contribuye a ampliar sus habilidades de aprendizaje, facilitándole la adquisición de destrezas en el juego y ayudándole a descubrir que puede hacer las cosas por su propia cuenta.

Uno de los mayores beneficios de la estimulación es que constituye un maravilloso terreno de comunicación y afecto entre padres e hijos.

Aunque no es su objetivo principal, con estas actividades se desarrollan habilidades que son requisitos para actuar de modo positivo en el medio escolar.

Cabe anotar que el sentido de la estimulación es el de ampliar la experiencia del bebé a un grado suficiente, pero no más allá de su alcance; es decir, sin trastornar su curso natural. Una sobreestimulación es, por lo general, tan contraproducente como la ausencia de estímulos. Lo ideal es no precipitarlo para que avance en etapas para las cuales no está preparado, sino que viva plenamente cada periodo.


Para tener en cuenta:

- Adaptar la estimulación al ritmo del desarrollo de cada niño, a sus capacidades y a su propia disponibilidad para recibir y asimilar los estímulos.

- Realizar las actividades en momentos en que el niño esté en disposición de recibirla.

- Es aconsejable establecer una rutina diaria. Los ejercicios duran entre 30 segundos y dos minutos y medio, dependiendo de la maduración del bebé. Excederse en la cantidad de ejercicios podría cansarlo o saturarlo.

- Las actividades pueden complementarse con música, palabras y juguetes.

- El programa de estimulación debe compartirse con el cuidador, lo que permite un seguimiento de los progresos.

Factores relevantes para que sea eficaz la estimulacion temprana


Las primeras tareas han de ir dirigidas a reforzar el vínculo emocional del bebé con los padres. Esto puede hacerse por medio de masajes y estímulos sensoriales (visuales, táctiles, auditivos, etc.), respetando la espontaneidad de los progenitores. Después, ya podrá pasarse a ejercicios de motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y lenguaje.
En todo momento, hay que procurar que quede claro que lo esencial no es el resultado de la práctica en sí, sino el valorar y fomentar la iniciativa, la independencia y la autoestima del niño mientras está aprendiendo.
Respetar las diferencias individuales de cada crío. Son todos distintos, y no siguen el mismo ritmo en su evolución, a pesar de que puedan llegar al mismo punto a medio plazo.
Utilizar los parámetros del desarrollo general como una guía. Aunque existen variaciones de unos bebés a otros, como hemos mencionado anteriormente, es necesario hacer uso del patrón estándar de crecimiento a la hora de seleccionar los estímulos adecuados para un óptimo aprovechamiento.
Nunca forzar, presionar o saturar al niño. Hay que saber cuando está receptivo, cuando demasiado inquieto para captar toda la información, etc. Siempre se le puede pedir, pero no es conveniente exigirle.
Alabar cualquier pequeño avance impulsará su motivación por el aprendizaje, y despertará su curiosidad para seguir explorando.
El juego no sólo es un medio para desplegar otras aptitudes, es que es un fin en sí mismo y un instrumento de estimulación que ayuda a establecer un apego sano entre el niño y sus padres.
Posponer las actividades si no están cubiertas las necesidades principales de sueño, alimentación y aseo. Es importante que no sienta hambre, ni tenga ganas de hacer pis, ni esté cansado al empezar.
La decisión de poner en marcha un programa de estimulación temprana es competencia exclusiva de la familia. Pensemos que la plasticidad del cerebro va disminuyendo con la edad. La etapa infantil que va desde los 0 a los 3 años coincide con la época en la que se alcanza el máximo desarrollo neuronal, el cual queda prácticamente establecido a los 6 años. A partir de ahí los mecanismos de aprendizaje del niño comienzan a ser semejantes a los del adulto, por eso se insiste tanto en que los idiomas y otros conocimientos se inicien cuanto antes mejor.

Estimulación temprana para cualquier niño


Un bebé siempre nos despierta ternura por su inocencia. Es un ser que está a las puertas de todo un proceso de construcción, alguien vulnerable, indefenso, que no dispone de recursos suficientes para valerse por sí mismo. Nada más nacer apenas cuenta con el lloro para procurar la atención de su madre, la succión para alimentarse, y el reflejo de cerrar las manos para aferrarse a algunos objetos.

En comparación con otros seres vivos la diferencia es abismal, pues la mayoría de las especies, salvo la humana, tardan mucho menos en madurar y en ser autónomas. Pero esta mayor dependencia del bebé con respecto a los padres, lejos de ser algo negativo, supone un beneficio a la larga, porque le permite disponer de más tiempo para desarrollar todo su potencial. Todos esos años de infancia dotarán al cerebro de la flexibilidad necesaria para alcanzar auténticos logros.

El hecho de nacer sin finalizar significa que gran parte de las habilidades motrices y cognitivas las podrá ir aprendiendo, y esto jugará a su favor cuando tenga que adaptarse a un ambiente cambiante e imprevisible. Y es en este espacio reservado al aprendizaje donde cobra sentido la estimulación temprana, un conjunto de medios, técnicas y actividades con base científica que, aplicadas de forma sistemática y secuencial, potencian determinadas funciones cerebrales en un contexto pedagógico y lúdico.




Esta opción educativa se puede proponer a cualquier niño desde su nacimiento hasta los 6 años. No es algo, como erróneamente se piensa, exclusivamente destinado a los que presentan dificultades de aprendizaje o retrasos en el desarrollo. Si bien para estos últimos se hace indispensable, no por ello resulta menos beneficioso para los niños sanos. Con ella no sólo se refuerzan competencias intelectuales (capacidad para la lectura, comprensión verbal, cálculo matemático, viso-espacial), sino que también se trabajan destrezas motrices, sensoriales y sociales.

En realidad, este tipo de estimulación supone brindar al bebé más oportunidades para explorar el mundo que tiene que conocer, y para adquirir habilidades de una manera natural y divertida. La meta no es acelerar el desarrollo, forzándole a alcanzar objetivos para los que no está preparado. La clave es identificar y fortalecer el verdadero potencial de cada niño en concreto, e ir ofreciéndole ejercicios que favorezcan su iniciativa y aprendizaje, pero siempre respetando su etapa evolutiva, sin regirse por lo que otros pueden hacer.

En cada fase del crecimiento serán más ventajosos unos u otros estímulos, aunque siempre bajo la premisa de que son en estos primeros años de vida cuando se consolidan los cimientos de todos los aprendizajes posteriores.

¿En qué consiste exactamente?. Esta clase de estimulación se fundamenta en la repetición de lo que se llaman unidades de información o bits. Del mismo modo que el lenguaje se adquiere a base de oír diariamente al resto de hablantes, el cerebro del niño está preparado para asimilar otros conocimientos a través de la reiteración sistemática de estímulos o actividades sencillas, con las que se va fortificando las conexiones neuronales implicadas.

Enseñar a leer jugando a los niños desde pequeños


1.- Empezar a leer al bebé en voz alta desde muy pequeño, aunque él no sepa hablar no significa que no le guste una buena historia. Cuando el niño aprenda a leer se le deben seguir leyendo historias, quizás los libros que ellos no puedan leer solos.

2.- Hacer de la lectura como parte de la rutina familiar. Son indispensables los cuentos de antes de dormir, los periódicos por la mañana y visitar la biblioteca semanalmente.

3.- Hacer ver que leer es una herramienta muy útil. Una buena práctica de lectura es leer las instrucciones de los juguetes, las recetas de cocina o la lista de la compra. Es una pena que los niños piensen que leer es una aburrida actividad escolar que no les beneficia en el día a día.

4.- Un lector forma a otro lector. Hay que tratar a los niños como lectores aprendices que siguen a un maestro. Cuando los niños nos ven leer ellos nos seguirán, seremos sus modelos.

5.- Leer por el placer de leer. Encuentra un buen libro y olvídate del resto. Si no te estás divirtiendo con la historia, ellos probablemente tampoco lo harán. No tratar de forma seria las historias morales (dejar de lado también los libros de trabajo de fonética) y buscar historias que cuenten historias del día a día.

6.- Racionar la televisión como se raciona la comida basura. La Cola, patatas y las comedias televisivas son estupendas para un Viernes, pero, ¿por qué estropear su gusto por las cosas realmente buenas de la vida con una dieta vacía de calorías y con contenidos tontos?

7.- Llena tu casa con libros y revistas para toda la familia. Haz del material de lectura parte del mobiliario del hogar, desde el salón al cuarto de baño.

8.- Habla, habla y habla. Habla sobre lo que has leído y escucha lo que tus niños te responden. La conversación desarrolla el vocabulario y las habilidades de comunicación mientras te mantienes en contacto con tu hijo.

9.- Juega con las palabras. Canta, haz rimas y acertijos con ellos. Las palabras han de ser tomadas en serio, son herramientas de la imaginación.

10.- Explorad el mundo juntos. La alfabetización no es sólo palabras y lectura. Las mentes productivas necesitan ser expuestas a la naturaleza (y a la música, al teatro y las películas). Ampliando las experiencias de los niños, incrementarás su curiosidad y su tolerancia para nuevas ideas y cambios.

¿CÓMO AYUDAR Y ESTIMULAR EL DESARROLLO DEL LENGUAJE VERBAL DEL NIÑO?

El niño, desde que nace, recibe información diversa del medio ambiente: sonidos, luz, textura de su pañal, de la piel de su madre, etc. Todo esto influye y el niño lo asimila, ya que durante los 4 ó 5 primeros años de vida son como una esponja que todo lo absorbe.

En esta época es cuando el niño aprende la mayoría de las cosas que va a saber cuando adulto. Aquí, todo lo que hacen y/o dicen los padres influye en la conducta del niño, cada una de las actitudes lo esculpe, cada una de las palabras lo marca indeleblemente, influyendo y condicionando día a día su desarrollo.

¿Qué hacer? HABLAR CON EL NIÑO DESDE QUE NACE.

Nombrar con cierto énfasis todos los objetos y situaciones con los que el niño está en contacto.

"Imitar" todas las emisiones fónicas de su niño (como guu, ta-ta, brr, etc.). Al escuchar los sonidos que usted emite, se sentirá estimulado a balbucearlos él mismo otra vez. De esta forma, poco a poco, el niño llegará a imitar cada vez más sus propios sonidos y de quienes lo rodean

Los gestos que acompañan al sonido son especialmente apropiados para estimular el habla del niño. Por ejemplo:

* ti-ti : al ver a un carro

* pum : cuando algo se cae y explota

* ayy : cuando le duele algo

* puff : cuando algo huele mal

* miau : cuando ve al gato

* guau-guau, quiquiriqui, etc., cuando ve esos animales.

De ese modo se le incita a repetir o imitar. "Más tarde" se le va preguntando algo relacionado con cosas simples y de acuerdo a la edad del niño, por ejemplo: "¿Dónde está tu naricita? Aquí"; hasta que él solo diga: "Aquí," a la vez que se le va guiando la mano para que toque su nariz y decir "AQUÍ". De ese modo se estimula también la identificación de su cuerpo y otras cosas de su entorno, lo cual, además de producirle alegría, no conlleva el riesgo de cansarlos.