viernes, 16 de julio de 2010

DIDÁCTICA MUSICAL: ETAPAS DEL DESARROLLO MUSICAL

Fuentes de estimulación temprana:

- Baby Talk: Este término se refiere a las modificaciones adaptativas del
habla que los adultos próximos al niño utilizan para dirigirse a él. Se
caracteriza por tener unas connotaciones musicales y lingüísticas de gran
importancia para el desarrollo del lenguaje y de la sensibilidad y aptitud
musical. Son experiencias precursoras de la sensibilización, del
desarrollo perceptivo y de las habilidades musicales debido a su riqueza
de modulaciones melódicas, ritmo, intensidad, acentuación y expresión
que activan la atención del niño.
- Canciones de cuna: A través de ellas le llegan elementos musicales,
como compás, ritmo, sonoridad, contornos melódicos. Capacitan al niño
para percibir modulaciones de voz y la carga emocional de la canción.

El desarrollo melódico
Hay controversias sobre si las primeras manifestaciones musicales son melódicas o
rítmicas. Moog parece decidirse por las primeras, estudiando el balbuceo, en el que
distingue entre el musical y el no musical. Este es precursor del habla y aparece primero
(2-8 meses), mientras que el musical aparece como respuesta a la experiencia vivida, a
la música oída (8 meses). Se realiza sobre una vocal o pocas sílabas y con un ritmo muy
pobre.

- El canto espontáneo: Moog explica la evolución según la edad:
- De 0 a 1 año: predominio de intérvalos descendentes. Canciones breves
con repeticiones de palabras de un único tono y valor rítmico. Las pausas se
realizan por necesidad fisiológica de respirar.
- 2 años. Canciones más largas y organizadas. Intérvalos reducidos (de
segunda y tercera).
- 4 años. Canciones potpurrís, procedente de canciones conocidas en las
que alteran palabras y ritmo.
- 5 años. Disminuye en frecuencia la canción espontánea, pues surge la
preocupación por la precisión. Aparecen las canciones del primer trazo, asi
designadas por Davidson y Scripp.
• El desarrollo rítmico.
- En el primer año predomina el balanceo y los movimientos ondulares.
- Desde los dos años y medio pueden realizar multitud de actividades rítmicas de
imitación y creación
- 3 años. Momento de trabajar la lateralidad.
- 3-5 años. No hay adelantos, pues se desarrolla más el juego imaginativo. Moog
comenta que el niño prefiere sentarse y escuchar que moverse.
- 5 años. Se desarrolla la sincronización de sus movimientos con la música
- 6 años. Afición por estructuras rítmicas y regulares. Capacidad de sincronizar
extremidades inferiores y superiores. Dificultad de mantener el pulso.
- 7 años. La coordinación puede ser perfecta.
- 8 años. Desarrollo de capacidades motrices y de la expresión corporal. Han
desarrollado la simbolización y la abstracción del ritmo necesaria para
comprender la métrica musical, la escritura rítmica o los cambios de compás.
- 9 años. Desarrollo de la capacidad polirrítmica.

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